¿QUÉ ES LA HOMEOPATÍA?

Salud y Enfermedad

La salud es concebida como el estado de armonía entre ambos componentes y con el universo que nos rodea. La enfermedad, en contrapartida se concibe como la presencia de un disturbio, que altera dicha armonía. La estructura (orden de partes) y el buen funcionamiento (orden de sucesos) es mantenido convenientemente mientras el individuo se encuentra en salud. Una de ellas o ambas, son alteradas durante la enfermedad, que se concibe como una sola: la enfermedad del individuo o lo que es lo mismo: el enfermo.


Acción terapéutica

El tratamiento homeopático, utiliza para curar cuatro principios fundamentales dentro de los cuales destacamos La Ley de la Similitud o Semejanza, que significa curar con la administración de medicamentos, que han sabido producir los mismos síntomas en una persona sana. Todos los medicamentos, desde hace 200 años atrás, libres de toxicidad, han sido probados en seres humanos sanos voluntarios. Ante su administración, el individuo sufre una desarmonía que expresa por síntomas (dolor, miedo, insomnio, ardor etc). Luego, al suspender la toma del medicamento, el experimentador retorna hacia la salud, hecho verificado en el 100% de los casos. Hecho destacable: los medicamentos enferman al experimentador en forma reversible, es decir, saben como enfermar, pero el disturbio producido sabe como volver a su punto de inicio. Generan un camino de ida y vuelta: de la salud a la enfermedad y de la enfermedad hacia la salud.

La enfermedad adquirida en forma natural (por una intoxicación, o por exposición al frío o por un gran susto, o una gran tristeza) conoce el camino que lleva a la aparición de síntomas patológicos que con el tiempo se exacerbarán o cambiarán pero que siempre persistarán, sostenidos por el disturbio inicial que no ha sido resuelto; el individuo así afectado «no sabe como volver hacia la salud» (salvo contadas excepciones como es el caso de la gripe, la varicela, el sarampión, un traumatismo menor o una indigestión leve; en estos casos, sólo debemos esperar y el tiempo nos demostrará la capacidad de recuperación de nuestro organismo ad integrum. Los disturbios que las originan, conocen el camino de vuelta hacia la salud como los medicamentos homeopáticos)

La administración del medicamento homeopático que haya sabido producir un disturbio similar (disturbio que llevó a la aparición de los mismos síntomas en el hombre sano) metafóricamente destrabará este bloqueo y llevará al paciente al camino de retorno hacia la salud (proceso que llamamos curación). El medicamento puede realizar este trabajo, porque así lo ha demostrado durante la experimentación: todos los experimentadores han retornado hacia la salud, luego de haber presentado los mismos síntomas que nuestro paciente.

El tiempo pasa, los síntomas cambian, a veces vuelven, pero definitivamente no curan.
El disturbio natural que ha convertido al paciente en enfermo, no se resuelve en el tiempo. El paciente está impedido de autocurarse. En contrapartida el disturbio original producido por el medicamento homeopático. La curación no sucede en un instante. Es un proceso, un camino que el paciente recorre y que puede oscilar su duración, desde minutos, (en casos hiperagudos) a varios meses (en casos crónicos, o crónicos lesionales). La mejoría del estado general a la que se suma una movilización de los síntomas que el paciente traía al momento de la consulta y la aparición de nuevos, indican al médico homeópata el cumplimiento de las leyes de curación, que son aquellas que confirman o disconfirman que el paciente ha entrado en el camino mencionado. Guiado por estas leyes, el médico sabrá con certeza, si el camino transitado por su paciente es el correcto o no. Una vez que no han quedado síntomas patológicos ni orgánicos ni mentales, el tratamiento se da por concluido y el paciente recibe el alta médica.


Comparación con la medicina ortodoxa

La medicina ortodoxa utiliza principalmente el principio del «anti»: sus medicamentos producen y provocan la reacción contraria a la que está presente. Si hay inflamación: antiinflamatorios. Si hay dolor de cabeza: antijaquecosos. De esta manera, consiguen paliar síntomas, y a veces hasta enmudecerlos por completo, dando bienestar al ser humano. Pero este cambio es momentáneo y solo perdurará, mientras la dosis del medicamento sea óptima. El disturbio que ha dado origen a los síntomas no ha sido resuelto y esa es la clave a resolver, que la homeopatía consigue.


Visita médica

El médico homeópata trabaja en su consultorio al igual que cualquier otro médico, realizando una historia clínica exhaustiva, revisando al paciente, pidiendo estudios complementarios, y si es necesario, derivando al especialista. Luego prescribirá por la Ley de la similitud, medicamentos extraídos de la naturaleza, totalmente libres de toxicidad y dirigidos al ser humano que sufre como una unidad en mente y cuerpo. Es en este punto donde mostrará la diferencia con la medicina tradicional.


Práctica Argentina e Internacional

A diferencia de otros países, en Argentina, todos los Homeópatas somos médicos.

La Homeopatía es una práctica médica difundida, aprobada y legislada en países como E.E.U.U., Canadá, Francia, Italia, Alemania, México, Italia, España, Brasil etc.